Cuando un fabricante, productor o emprendedor desea llevar un producto al mercado, se encuentra invariablemente con la necesidad de matricularlo con un código de barras comercial, un EAN-13, y en internet encuentra una enorme oferta a precios módicos de códigos de barras en páginas web que claramente son extranjeras. Cuando lo adquieren se dan cuenta de que comienza con el dígito cero, no con el 84 reservado a España, y surge la duda: Los códigos de barras que comienzan por cero ¿Son válidos?
El código de barras comercial, el EAN-13 (GTIN-13)
Este es el código de barras que hay que poner en un producto para que lo acepten en cualquier tienda. Es obligatorio de facto, es decir, no hay ninguna ley que obligue a ponerlo pero cualquier tienda tiene un sistema de stock y venta estandarizado que utiliza el EAN-13 como matrícula de producto. Hoy es una necesidad 100% indiscutida e indiscutible si quieres que tu producto se venda.
Los prefijos de país
Los códigos de barras EAN-13, organizados por una asociación global llamada GS1 y que posee delegaciones locales en todos los países (en España se llama GS1 Spain, AECOC), reservan hasta los tres primeros dígitos para identificar al país responsable del producto.
Hay mucha contradicción y desinformación al respecto, porque un fabricante chino puede colocar el código de barras comercial EAN-13 con el prefijo 69 que corresponde a China y venderlo así en todo el mundo, y también vender a granel sin código a un distribuidor mexicano, que le pondría un código de barras mexicano con el prefijo 750 correspondiente a México.
En este último caso el prefijo no estaría indicando el país del fabricante, sino el de un revendedor. Casos así los hay a miles, si nos fijamos en las grandes superficies, donde podemos ver el código de barras con el prefijo de España, 84, en un producto de marca blanca y sin embargo, en abierta contradicción y por imperativo legal leer: «Fabricado en China».
Los códigos de barras que comienzan por cero
Hay una enorme oferta en internet de códigos de barras que comienzan por cero a precios módicos; lo primero de todo, aprendamos a identificar estos sitios web.
- Sus precios son módicos
- No podemos hablar con ellos, no hay un teléfono donde verificar el comercio
- Si hay un teléfono, responde una persona con acento latinoamericano
- Casi siempre los precios están expresados en Dólares americanos
- No se puede pagar mediante transferencia bancaria, siempre mediante PayPal
- Los códigos no se pueden verificar en la base de datos de GS1
- El origen de los códigos de barras EAN-13 que comienzan por cero.
Antes de que el código de barras EAN-13 fuese adoptado en el mundo entero (1976), el código de barras utilizado en USA era el UPC de doce dígitos, uno menos que el EAN-13.
Dado que existía una bolsa enorme de códigos de barras UPC libres y a la venta en empresas privadas norteamericanas, se llegó al acuerdo, para cerrar demandas judiciales, de que los propietarios de estos códigos pudieran convertirlos a EAN-13 añadiendo un cero al principio del código, lo que no modificaba el dígito de control, al ser igual en ambos códigos.
El cero inicial no modifica el dígito de control del UPC que sigue a continuación. En el EAN-13 resultante será el mismo.
De esta forma, al igual que en un código de barras EAN-13 que comience por 84 sabemos que ha sido fabricado o distribuido en España, si comienza por cero sabemos que a continuación los dígitos que siguen corresponden a un código de barras UPC norteamericano.
Y este es el problema de los códigos que comienzan por cero. Que no son auténticos códigos de barras EAN-13 que comiencen con un prefijo de país, sino que son UPC’s norteamericanos convertidos a EAN-13.
Los códigos que comienzan por cero no son auténticos códigos de barras EAN-13; son códigos de barras UPC norteamericanos convertidos a EAN-13
Y esto, la mayoría de los sistemas de control de stock y ventas instalados en las tiendas, no lo aceptan.
Un ejemplo: El Corte Inglés
Hemos conocido por un fabricante español que al dar de alta su producto en la base de datos de proveedores de este gran almacén se ha encontrado que el campo EAN ya estaba pre-rellenado con el número 84. Solamente podía introducir los 11 números a continuación del 84.
De esta forma, este fabricante no podía dar de alta su producto con un código que comenzara por cero, o sea, con un UPC transformado. El sistema le exigía que el código de barras de su producto fuera 100% GS1 español.
¿Podemos utilizar códigos de barras que comiencen por cero?
Si, podemos. pero no debemos. Y esto, por la sencilla razón de que no hay ley alguna que nos impida matricular nuestro producto con un código UPC, así como no hay ley alguna que nos impida matricular nuestro producto con un código inventado por nosotros mismos.
Pero frente a esto se alza la inexorable ley del comercio, y es que nuestro cliente nos exigirá que el producto venga correctamente matriculado ya que si no, su sistema no lo admitirá. Y no lo podrá vender.
Resumen.
Si hemos comprado un código de barras EAN-13 y comienza por cero, no lo utilice para ponerlo en la etiqueta de su producto y enviarlo a las tiendas. No tirará mucho dinero, pero sí muchísimo tiempo cuando uno de sus clientes (a lo mejor no el primero ni el segundo, pero más pronto que tarde) le diga que ese código es inservible.
Y tenga que retirar el producto, reetiquetarlo y volverlo a enviar.
Y eso sí cuesta dinero.