En un mundo cada vez más automatizado, el debate entre el código de barras y las etiquetas RFID o NFC, qué sistema es mejor y cual se impondrá, tiene una respuesta muy fácil: ambos.
Todo el mundo sabe cómo funciona un código de barras. Un lector lee las barras e introduce la información codificada en ellas en un ordenador, de forma automática y sin error. Además, el código de barras cuesta 0€, es decir, se imprime junto con los demás elementos en la etiqueta.

Código de Barras EAN-13
La Identificación por Radio Frecuencia (RFID) permite identificar objetos mediante ondas de radio de manera única, pudiendo captar cientos de objetos a la vez. La pega es que cuesta dinero, algo, por poco que sea, una etiqueta RFID cuesta y cuesta programarla, eso ya es una desventaja.
Aunque veremos si esta desventaja se compensa después con otras ventajas evidentes.
Te resumimos brevemente las ventajas de disponer de códigos de barras:
- Reduces el tiempo de hacer inventario.
- Cuentas con un mayor control y seguimiento del stock, en tiempo real.
- Te permite identificar aumentos y caídas de las ventas.
- Acelera procesos de etiquetado, distribución y almacenamiento.
- Puedes identificar piezas que faltan, ya sea por pérdida o por robo.
- Facilita y agiliza el cobro en las tiendas físicas.
- Es gratis.
Te resumimos brevemente las ventajas de disponer de etiquetas RFID:
- La tecnología RFID no necesita línea de visión.
- Los tags RFID pueden leerse y regrabar tantas veces como queramos.
- Las etiquetas RFID pueden ser desechables o muy resistentes para reutilizarlas si lo deseamos.
- Los datos de los tags RFID pueden encriptarse y bloquearse para tener una mayor seguridad.
- Las etiquetas RFID puede contener más información que otro tipo de etiquetas.
- Los lectores RFID pueden leer cientos de tags a la vez.
- Las etiquetas RFID se pueden imprimir con la información que se quiera.
· Los sistemas RFID pueden integrarse con el ERP u otros sistemas internos para poder gestionar toda la información.
A la vista de esto, parece evidente que cada sistema será más adecuado a según qué propósito. Por ejemplo, no parece operativo poner una etiqueta RFID a cada lata de Coca-Cola que se venda, dado que tendríamos que incrementar el precio de venta en el coste de la etiqueta, aunque sea poco.
Pero en una tienda de ropa, donde las unidades no son muchas, puede implementarse el sistema y ofrecer un cobro automático e instantáneo.
Es decir, en un entorno donde se manejen pocas unidades de producto por parte del consumidor final (supermercados, grandes almacenes, etc.), el código de barras tiene su supervivencia garantizada, mientras que en entornos logísticos el sistema RFID tiene ventajas indiscutibles.
Cómo funciona un sistema completo de RFID
Las soluciones RFID se componen de una antena, un lector RFID y una etiqueta RFID (RF-tag).
Los almacenes de un mayor tamaño y de la configuración que tenga el sistema logístico incluso se pueden instalar arcos de lectura o portales RFID.
Cuando se pasa cualquier mercancía que cuente con una etiqueta RFID, la antena la detectará de forma automática. Así, la antena o el arco de lectura recibirá la señal de la etiqueta con la información contenida en la etiqueta.
Los datos sobre las mercancías, se pueden almacenar directamente, o tratar para obtener información de valor para optimizar los procesos logísticos; así se centralizan los datos recogidos por los equipos de lectura, permitiendo automatizar actividades como el inventario, el control de stock o el registro de entradas y salidas del almacén.
¿Dónde se utiliza la tecnología RFID?
Existen muchas aplicaciones que puede tener la tecnología RFID; entre ellos:
- Logística y control de inventarios
- Alimentación
- Hospitales
- Tarjetas de crédito
- Bibliotecas
- Ganadería
- Control de accesos
- Industria
- Tiendas
Desventajas
- Este es un sistema que puede ser un poco más costoso que el uso de códigos de barras, en especial si se van a manejar volúmenes bajos y en entornos controlados.
- Se requiere de un mayor presupuesto para su instalación.
- En caso de sistemas que no sean muy complejos, puede ser mejor un sistema de código de barras.
Las tarjetas RFID
La tarjeta RFID se puede dividir en diferentes tipos en función de su etiqueta, que puede presentarse en tres formatos:
Etiqueta pasiva
Es la alternativa más común y conocida, puesto que no necesita una fuente de alimentación interna. Esta etiqueta, por tanto, se vale de la energía de las ondas de radio del lector. Como son muy baratas en su producción, suele ser desechable.
Etiqueta activa
Este sistema RFID cuenta con una pequeña batería integrada que se encarga de envíar sus datos a intervalos constantes. Son más caras de producir y suelen utilizarse para entornos en los que se puede leer a distancias superiores.
Etiqueta semi-pasiva
Estas también tienen baterías internas pero se denominan así porque solo se activa cuando se encuentra cerca de un dispositivo lector.
¿Necesitas poner etiquetas RFID o NFC a tus productos?
Si tienes dudas acerca de cómo implementar etiquetas RFID o NFC en tu producto, contacta con nosotros, estaremos encantados de ayudarte y lo mejor… ¡No te costará ni un Euro!
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